De dónde proviene el bullying, su origen y causas

El bullying escolar es más que una broma, es un acoso hacia otra persona. ¿Dónde aprenden esto los chicos? ¿Proviene de la escuela, el barrio, la familia?

Un poco de todo 06 de mayo de 2022 Redacción
El bullying se origina en el entorno familiar, no en la escuela.
El bullying se origina en el entorno familiar, no en la escuela.

Valores, hábitos y conductas se aprenden desde edad temprana a través de los primeros vínculos que vamos entablando. Esas primeras vinculaciones se dan en el hogar, en nuestra casa, junto a nuestra familia.

El bullying se vuelve a poner "de moda" en la agenda mediática, algo que no es de extrañar considerando el regreso a clases presenciales, tras dos años de pandemia y vitualidad escolar. 

Los chicos absorven con rapidez todo aquello que su entorno les ofrece, aprenden y reproducen aquello que vivencian en sus casas, junto a su familia. Las conductas de los niños son espejo de la crianza que reciben de forma directa e indirecta

Resulta paradójico, aunque entendible, que las más de las veces se señala a la escuela como el espacio propiciador del bullying. No es sencillo asumir las conductas violentas que como padres solemos enseñar a nuestros hijos o validar, de forma más o menos consciente.

Qué es el bullying

Dicho de forma sencilla, podemos señalar que el bullying es un acoso o molestia que se realiza de forma constante y sistemática sobre una persona. Puede ser de forma verbal, psicológica y hasta física, a lo que se suman en el último tiempo las agresiones por medio de las redes sociales (ciberbullying). 

Cuando estas situaciones ocurren, muchas veces en el ámbito escolar, quienes abordan la problemática suelen centrarse en sólo dos actores: víctima y acosador. Un error habitual que pasa por alto un tercer elemento que alimenta las situaciones de bullying, el entorno.  Tanto el abusado como el abusador, en sus propios ambientes familiares, resultan profundamente influenciados.

La agresividad que un miembro del entorno familiar ejerce sobre uno o varios de los demás miembros, las tensiones entre padre y madre, los problemas económicos, entre otros factores, suelen propiciar conductas agresivas de los niños.

Cuando ocurren este tipo de situaciones, casi siempre los hogares propician un ambiente de fuertes castigos físicos y psicológicos, que obligan a los niños a desarrollar mecanismos de supervivencia frente a ambientes hostiles. Así se origininan las conductas de los niños que en la escuela resultan ser los acosadores. Al mismo tiempo, los niños que deben soportar los maltratos en el hogar, van forjando un sentimiento de incapacidad que les quita la posibilidad de desempeñarse y defenderse por sus propios medios, fuera de su casa.

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Familias violentas, niños violentos

De cinco casos de bullying, tres de ellos surgen de actitudes violentas aprendidas en el entorno familiar. Puede ser porque se producen enfrentamientos entre los padres, como por la violencia que puedan ejercer los hermanos mayores. 

Este dato debe servirnos para tomar conciencia de la realidad en la que están inmersos algunos niños y generar herramietas que sirvan para combartir el bullying en las escuelas. De nada sirve que lo usemos para excusar las conductas de los niños violentos ni para señalar con el dedo acusar a sus padres.

Lo que aprende un niño al presenciar estas situciones de violencia en su entorno, son modos de resolver conflictos o problemas que se le vayan presentando en su día a día. Así desarrolla formas de respuesta a nivel cognitivo, emocional y conductual que configurarán su comportamiento violento

Un entorno familiar violento, donde lo habitual son los gritos, las agresiones físicas y las humillaciones, es un hogar que carece de amor, que producirá carencias afectivas marcadas en los niños que allí se críen.

Parece un lugar común, pero es así: muchas veces los hechos violentos que protagonizan ciertos niños son simplemente actos para llamar la atención, para recibir la mirada de amor, aunque sea en forma de reto, que no están recibiendo.

La única estrategia que estos niños conocen es la violencia, incluso si lo que buscan es recibir cariño o aprobación. Por eso, muchas veces se comprueba que nada tienen los acosadores contra los niños que se vuelven sus víctimas, sino que se convierten en el medio para que sus compañeros los respeten o quieran.

Familias sobreprotectoras, niños violentados y vulnerables

El entorno familiar que les brindamos a nuestros niños siempre contribuye a forjar la personalidad y modos de vincularse. Así como señalamos que un entorno violento, contribuye a generar en los niños formas violentas de vincularse; un entorno familiar sobreprotector dificulta el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los niños. Un niño que es víctima de bullying también es un niño que no ha desarrollado las competencias necesarias para vincularse con su entorno. 

Criados en entornos sobreprotectores, son niños solitarios, sin grupo de amigos, que se convierten en víctimas fáciles para los acosadores.

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El psicologo y periodista estadounidense Daniel Goleman comenta que

los niños o adolescentes que suelen ser víctimas de acoso escolar no son capaces de percibir y decodificar con claridad las señales emocionales que llegan del entorno en el cual se desenvuelven; es decir, no han desarrollado su Inteligencia Emocional.

Los niños que resultan víctimas de bullying provienen de hogares en los cuales se ignoran completamente las emociones o quedan relegadas a un plano menos importante, careciendo de habilidades sociales.

Cómo combatir el bullying

El bullying se combate desde casa y son los padres quienes deben estar pendientes de sus propias conductas frente a sus hijos, para educar con en ejemplo. Los niños, como ya hemos dicho, repiten en la escuela aquello que aprenden en su entorno diario y cercano, en su familia. 

Ni la violencia ni la sobreprotección, son buenas enseñansas. La crianza de los niños debe estar orientada a obtener habilidades emocionales que les permitan vincularse desde el respeto a las diferencias y haciendo que, a la vez, se respeten sus valores. Para ello, el amor y la confianza en el hogar son fundamentales.

Consejos para combatir el bullying desde el hogar

  • Tu estabilidad emocional como padre o madre es prioridad si procuras que tu hijo sea emocionalmente estable. 
  • Si compartes con tus hijos tus gustos, anhelos y sueños, será mucho más fácil para él compartirte sus temores y sus miedos.
  • No minimices los sentimientos o pensamientos de tus hijos.
  • Tu hogar debe asegurarle a tus hijos amor, respeto y autonomía.
  • Como se suele decir, los extremos nunca son buenos. Entonces mucho cuidado con ejercer sobreprotección para con tus hijos o demostrarles apatía sobre sus cosas.
  • El camino comienza por uno mismo, profundiza tu inteligencia emocional, autocontrol y empatía.

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