Qué es el cometa 3I ATLAS y qué riesgo representa para la Tierra

Un visitante interestelar conocido como 3I/ATLAS atraviesa nuestro sistema solar: analizamos su naturaleza, trayectoria y lo que realmente significa para nuestro planeta.

Un poco de todo29/10/2025Charly CerebritoCharly Cerebrito
Miedo por el 3i Atlas
Preocupación por el 3i Atlas: ¿Qué dicen los expertos?

Descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS telescope en Chile, 3I/ATLAS es el tercer objeto conocido que procede de fuera del sistema solar.

A pesar de algunos titulares alarmistas, los cálculos orbitales confirman que su paso no supone peligro para la Tierra: su distancia mínima estimada será de unos 1,8 UA (270 millones de km).

En este artículo detallamos qué sabemos hasta ahora, qué no sabemos, y por qué los científicos coinciden en que no hay motivo de pánico.

3i atlas
El cometa 3I/ATLAS es un fenómeno único. Foto: Wikipedia

Origen y detección del objeto 3I ATLAS

El 1 de julio de 2025 el sistema ATLAS, abreviatura de Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System, desde Chile, identificó un objeto cuya trayectoria rápidamente fue declarada inusual.

Posteriores análisis orbitales mostraron que se trataba de un objeto interestelar: es decir, que no pertenece al sistema solar, sino que ha llegado desde fuera de él, con velocidad y órbita no compatibles con una órbita cerrada alrededor del Sol.

Por esa razón, la designación “3I” significa “tercer objeto interestelar identificado”. Los dos anteriores fueron ʻOumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).

Naturaleza física: ¿cometa o asteroide?

Aunque en los medios a veces se la refiere como “asteroide”, la evidencia científica más sólida la clasifica como cometa: posee coma (nube de gas/dust alrededor del núcleo) y actividad asociada a hielos que se subliman al acercarse al Sol.

En cuanto a su tamaño, aún no hay una cifra definitiva: estimaciones basadas en su brillo y comportamiento oscilan entre 440 metros y hasta varios kilómetros de diámetro del núcleo.

Velocidad: viaja a decenas de kilómetros por segundo (60 km/s relativo al Sol, o 221 000 km/h).

Este tipo de objeto ofrece una ventana única para estudiar materia de otros sistemas estelares. Los astrofísicos están interesados en su composición, trayectoria y posible relación con formación planetaria en otros entornos.

Trayectoria por el sistema solar

La trayectoria de 3I/ATLAS es hiperbólica: esto implica que está de paso por el sistema solar y que, una vez tras su perihelio (punto más cercano al Sol), se dirigirá de regreso al espacio interestelar, sin quedar capturado.

3I atlas trayectoria
Su trayectoria hiperbólica lo confirma como visitante interestelar y su alineación orbital genera debate sobre patrones no comprendidos (Atlas STSCI)

Algunos hitos de su viaje:

- Alcanzará su perihelio alrededor del 29-30 de octubre de 2025, a aproximadamente 1,4 UA del Sol (uno UA la distancia Tierra-Sol).

- Su aproximación más cercana a la Tierra se calcula para 19 de diciembre de 2025, a una distancia de 1,8 UA (270 millones de kilómetros) según los cálculos actuales.

- Por el contrario, estará mucho más cerca de Marte en su paso por dicho planeta (0,19 UA) lo que no genera peligro para Marte, pero subraya lo amplio del margen de seguridad respecto a la Tierra.

La inclinación de su órbita, su velocidad, su trayectoria retrógrada (en sentido contrario al movimiento habitual de los planetas alrededor del Sol) y otros parámetros confirman su carácter excepcional.

¿Representa un riesgo para la Tierra?

Aquí llegamos al punto que más preocupa al público, pero que los astrónomos ya han abordado con certeza: no, 3I/ATLAS no representa un riesgo para la Tierra. Hay diversas razones técnicas:

- La distancia mínima estimada (1,8 UA = 270 millones km) es muchísimo mayor que la de objetos potencialmente peligrosos para la Tierra.

Para que un asteroide/cometa se considere “potencialmente peligroso” suele exigirse una distancia de paso mucho menor (por ejemplo <0,05 AU) y una órbita que cruce o se acerque mucho a la órbita terrestre.

- Los cálculos orbitales son sólidos: los datos observacionales permiten trazar su ruta con bastante precisión, y ninguna solución viable lo pone en camino de colisión con la Tierra.

- Su naturaleza interestelar implica gran velocidad, trayectoria de paso y sin vinculación gravitacional prolongada con el Solar; no se está “quedando” en el vecindario terrestre.

Las agencias espaciales involucradas (como European Space Agency, NASA) han confirmado explícitamente que no hay peligro.

En resumen: no estamos ante un “asteroide del fin del mundo”, sino ante una oportunidad científica muy poco común de observar un visitante de otro sistema estelar.

¿Entonces por qué tanto ruido, mitos y teorías conspirativas?

Dado su carácter inusual, tercer objeto interestelar detectado, trayectoria hiperbólica, velocidad elevada, 3I/ATLAS ha generado titularidad sensacionalista, especulaciones sobre orígenes alienígenas, y teorías de riesgo exageradas. Algunos de los factores que alimentan el mito:

La novedad: cada vez que se detecta un objeto interestelar, esto despierta atención pública (y a veces sensacionalismo mediático).

Elementos técnicos poco comprendidos fuera del ámbito astronómico (como “UA”, órbitas hiperbólicas, coma de cometas) que generan confusión.

Teorías de que podría tratarse de una sonda extraterrestre o de que liberará “mini-probes” para la Tierra,  algunas de estas ideas han sido planteadas en artículos académicos como hipótesis especulativas, pero sin evidencia hasta ahora.

Interpretaciones erradas de qué supone “acercarse al Sol” o “pasar cerca de la Tierra” sin entender los órdenes de magnitud (la posición de 1,8 UA frente a lo que sí podría ser peligroso).

Redes sociales, foros y vídeos que mezclan ciencia legítima con especulación no sustentada (por ejemplo, afirmaciones de activación de redes de defensa planetaria, “uaps”, etc.).

La clave está en diferenciar información verificada (agencias espaciales, observatorios, publicaciones científicas) de contenido viral no validado.

¿Qué podemos aprender de 3I/ATLAS?

Aunque 3I/ATLAS no sea una amenaza, su paso es de gran valor científico. Algunas razones:

Nos permite estudiar materia proveniente de otro sistema estelar, lo que puede aportar datos únicos sobre la formación de sistemas planetarios más allá del nuestro.

Su comportamiento físico (coma, actividad, composición) puede ampliar nuestra comprensión sobre la diversidad de objetos cometa/asteroide interestelares.

Un estudio reciente señala una curva de polarización “inusitada” para 3I/ATLAS, lo que sugiere que podría representar un tipo distinto al de cometas conocidos.

Sirve de ensayo para los sistemas de monitoreo de objetos cercanos a la Tierra (cadencias de observación, cooperación internacional, mejoras de detección).

El objeto 3I/ATLAS es, sin duda, una de las noticias astronómicas más emocionantes de 2025: un visitante de otro sistema estelar cruzando nuestro sistema solar, viajando a gran velocidad, y ofreciendo pistas para el origen y la composición de cuerpos interestelares.

Pero no hay motivo para alarmarse: su trayectoria no lo pone en colisión con la Tierra ni representa un riesgo para nuestro planeta.

Como siempre, desde un enfoque de divulgación tecnológica y científica, vale destacar que la curiosidad y la precaución son complementarias: curiosidad para aprovechar el acontecimiento y aprender de él; precaución para no caer en alarmismos o teorías sin fundamento.

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